Por: Josué Muñoz Silva | Fotos: Arq. Ulises Rubio y Guillermo Chichitz

 

 

Este domingo 23 de Diciembre asistí a la Corrida de toros de la Feria de Celaya en donde estaban en el cartel Uriel Moreno “El Zapata”, Arturo Macías “El Cejas” y Pedro Gutiérrez “El Capea”, con una corrida de toros perfectamente bien presentados de Huichapan propiedad del Lic. Adolfo Lugo Verduzco, pero lo que a mi interés llamaba era que abriendo la corrida se anuncio el debut de luces el niño torero aspirante a novillero Emiliano Villafuerte “El Moso”, a quien he tenido la oportunidad de seguir su incipiente carrera taurina desde su inicio, haciendo constancia de sus avances a cada tarde.

Ya era muy platicado el tema de que en los festivales ya se veía sobrado y se vaticinaba que llegaba la hora dar el siguiente paso y el festejo toreado en la plaza de Arroyo lo demostró.

Lo vi a su llegada a la plaza portátil de Celaya, con ese brillo en los ojos que daba portar por primera vez el traje de luces, serio y concentrado sin hacer aspavientos; llegó la hora de partir plaza con un poco más de media entrada, suenan clarines y timbales, y sin un solo titubeo salió y se colocó en el tercio montera en mano, como debe de ser cuando se torea por primera vez en una plaza  – cielo andaluz – marca su cruz en la arena – ¡suerte para todos! – y con paso firme comienza el pasillo, al encuentro con su destino.

Parecía que no era la primera vez que se vestía de luces, la seguridad que mostraba era la de esos cientos de paseíllos que ya  había dado en su mente, en esos sueños que todo aquel que aspira a ser torero tiene.

Salió de la puerta de toriles un ejemplar de San Judas Tadeo propiedad de Don José Salvador Rojas González, emotivo de salida pero que al segundo capotazo de tanteo se acalambró y no se pudo hacer nada mas con el percal, aquí tengo que hacer un paréntesis ya que debido a la asistencia de algunos despistados comenzaron a pitar al eral, no distinguían que era un niño el que estaba toreando y no uno de los matadores de toros anunciados.

Aun así “El Moso” mostrando carácter y sin amilanarse se prestó a seguir con la faena; el morito   se desahogo con las banderillas llegando a la muleta con mejores condiciones y después de un sentido brindis a su mecenas el Dr. Marte Villafuerte se alisto para armarle una faena llena de meritos, ya que el eral no fue fácil. Lo sacó a los medios muy bien toreado, haciendo las cosas con cabeza de buen torero, le sacó tandas muy templadas y poderosas en una faena predominantemente derechista, pases de pecho llevando la mano hasta el hombro contrario, en estos momentos ya habían cambiado las flechas por las flores de aquellos despistados que al principio lo reventaban, culminó con manoletinas con ajuste y empaque, se tiro a matar por derecho dejando la estocada de la tarde. El Juez le otorgó una oreja que a la emoción vivida y debut soñado nada tenía que agregar a su tarde.

Habrá que seguirle los pasos a este niño torero Emiliano Villafuerte “El Moso, que promete buen futuro.

Después vino la corrida, para lo cual tuvimos que esperar una hora y cuarenta minutos  ya que no llegaban a buen término económico toreros y empresa y a pesar de las múltiples notas musicales de la banda y que el Juez de plaza dio tres veces el toque de clarines para el paseíllo, tanto empresa como toreros aguantaron estoicos los recordatorios maternos, hasta que llegaron al pago total de los honorarios.

Y a pesar de la molestia del público, salió el primer toro que hizo olvidar lo anterior, un toro con toda la barba, edad, peso y trapío para Uriel Moreno “El Zapata”, lo recibió con una larga cambiada de rodillas, para después torear por mandiles de buen trazo, quitó por navarras o  chicuelinas antiguas. No falló a lo que nos tiene acostumbrados un sensacional tercio de banderillas, dos al violín y un par por los adentros muy ajustado, con la muleta aprovecho a un muy buen toro que humillaba, le hizo faena derechista muy templada, lo mató de media estocada desprendida y delantera, y el juez le otorgó una oreja. Aplausos al toro en el arrastre.

Con su segundo realizó una faena copia exacta de la primera, faroles, mandiles, un excepcional tercio de banderillas solo que en esta ocasión cambió un par al violín por el monumental, y con la flámula roja hizo tandas por derecho a un  toro que duró menos, dos pinchazos y dos descabellos. Palmas.

El más pesado del encierro, le tocó en turno a Pedro Gutierrez “El Capea”, un toro de 615 kg que demostró que los kilos no pesan cuando se obtienen con edad y no cuando son novillos engordados, lo recibió con una larga cambiada de rodillas, después verónicas cargando la suerte y bajando la mano, hizo un quite por chicuelinas, y ya con la muleta le instrumento derechazos muy largos y templados con el sello de la casa, a un toro bravo y que iba haciendo un surco en la arena de la plaza con el hocico de tanto que humillaba, por el izquierdo  toreo por naturales de muy buena factura, ya con el acero se puso pesado y todo terminó en palmas.  Merecido arrastre lento al toro.

Con el segundo de su lote realizo una faena muy aseada y correcta técnicamente, pero sin romper del todo, sin lograr que la faena llegara a un clímax, esto aunado a la poca transmisión y sosería del toro. Mato de una estocada entera y de efectos fulminantes; el juez en un exceso le dio las dos orejas  lo que de inmediato creó división de opiniones.

Arturo Macías “El Cejas”, Lo vi en una tarde desangelada, excedido de florituras, eléctrico, dando pases sin ton ni son, pero templando mucho las embestidas del público presente al son de la banda tocando una y otra vez “Pelea de Gallos”;  terminó echándose encima a su segundo toro llevándose un maromón que pudo ser de terribles consecuencias.

Tengo que decir al respecto que me cuesta mucho ver a “El Cejas” en esta actitud, ya que merece todos mis respetos y más después de haberle visto ir a tierras españolas, jugarse la vida y pelearle a las figuras, con pundonor olvidándose de la carne y vaya que lo castigaron los toros, pero llevó la bandera de México de nuevo a Las Ventas y se hizo punta de lanza de esta importante generación y resurgimiento de toreros mexicanos. Ojalá que esta tarde solo sea una tarde para el olvido y que retome el camino de torero pundonoroso y de buen toreo que le dio la fama.

 

 

FICHA

Celaya, Guanajuato, México.- 23 de Diciembre de 2012. Primer festejo de la Feria de Celaya. Toros excelentemente presentados de Huichapan  propiedad del Lic. Adolfo Lugo Verduzco, buenos los lidiados en 1º y 5º, superior el salido en 2º. Media entrada en tarde soleada y sin viento. Lidiaron Uriel Moreno “El Zapata”: Oreja y palmas. Pedro Gutierrez “El Capea”: Palmas y 2 orejas con división de opiniones. Arturo Macías “El Cejas”: Ovación en su lote. Incidencias: Abrió el festejo haciendo su debut de luces sin caballos el niño torero Emiliano Villafuerte “El Moso”: Oreja.

Galería Por Arq. Ulises Rubio

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Galería por Guillermo Chichitz

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