Toro Arte Michocán | Por Ángeles Salto Chávez.

Imágenes | Rodrigo Martínez.

Morelia, Michoacán a 17 de enero 2016.-  Grandiosa la oportunidad que tuvieron el día de hoy los 5 jóvenes que se presentaron en el Palacio del Arte de nuestra ciudad, quienes lidiaron 4 ejemplares de las ganaderías de Santa Lucía 1 un becerro de San Maximiano. La corrida inició con buena asistencia y un público fácil y deseoso de aplaudir; sin embargo pocas cosas se vieron debido principalmente a que el ganado resultó poco propicio para causar emociones en los tendidos; algunos por malos; otros por chicos y débiles; faltos de fuerza y bravura.

El primero de la tarde: el becerro «feligrés», correspondió a Cristóbal Arenas, «El Maletilla», quien lo recibió con cuatro lances quedándose muy quieto y encarando en todo momento; logró que la ilusión suya se fundiera con la de la afición y fuera palpable. El Maletilla logró imprimir emoción y ánimo de entrega. Se queda guardada la esperanza para un futuro cercano de triunfo y buenas faenas.

Siguió la tarde con «Don Huber», para Alfredo Gutiérrez quién se enfrentó a un bicho que no acudía al engaño. Al inicio, Alfredo empezó su toreo con mucha frialdad, pero fue entendiendo y cuidando a su enemigo para, a base de voluntad, ir ligando una buena faena un poco mejor instrumentada. Mató de una estocada y le fue concedida una oreja.

El tercer ejemplar: «Amigo», fue entregado al Matador Pepe López, quien encontró que su bicho estaba temeroso al intentar saltar hacia el callejón en una ocasión y además frenándosele a la mitad de la suerte. Unos minutos y dos estocadas más tarde, concluyó su faena.

Emiliano Villafuerte, «El Moso» tuvo su turno después con «Compadre» e intentó hacer muchas cosas con buen estilo por naturales pero que desgraciadamente pasó desapercibido dado el tamaño de la res. Después de varias estocadas finalizó su faena con algunos aplausos de la afición.

Para finalizar se presentó Bruno Vélez, quién pagó con sangre el haber recibido a su «Doctor» a porta gayola ya que un pisotón del animal al salir le hirió la frente. Posteriormente ya de pie, se quedó quieto en una tanda de verónicas y luego se echó el capote a la espalda e instrumentó un quite por gaoneras que le fue aplaudido. El segundo toro temeroso de la tarde, que estuvo cerca de caer al callejón en su primer y único intento. Vélez concluyó su labor con manoletinas y culminó con un par de estocadas.  No lidió al más hecho de la tarde y aún así logró una oreja al finalizar el festival.

Al término de cada faena una Suburban realizó el arrastre de los ejemplares, destruyendo toda la dignidad con la que se debe despedir al protagonista de la plaza.

Se queda la afición Moreliana en la espera de la corrida de rejones que vendrá el mes entrante, en donde la ilusión y la acción tratarán de comunicarse una vez más.