Patricio Villicaña Ochoa “Pato Ochoa” en continua preparación
Por: Josué Muñoz Silva | Fotos: Fernando Cisneros
Morelia, Mich., a domingo 17 de marzo de 2013.- Patricio Villicaña Ochoa “Pato Ochoa”, sigue en constante preparación para estar siempre a punto para cumplir los compromisos que su administración están gestionando.
Patricio es alumno del Centro de Capacitación Taurina “Lic. Fernando Ochoa Ponce de León”, el cual tiene sede en la Plaza de toros Monumental de Morelia y que está bajo las cátedras de Héctor Berber “El Árabe”.
Fue la ganadería de El Junco, propiedad del Lic. Fernando Ochoa Ponce de León y bajo la acertada conducción del Ing. Fernando Ochoa Sánchez, en donde toreo a dos terneras, las cuales fueron muy buenas.
La primera de ellas fue muy brava al caballo, pero además tuvo una calidad extraordinaria, con una embestida muy templada, lenta, que iba haciendo surco en la arena con el hocico y con recorrido, no tuvo lado malo y no escatimó ni una sola embestida; con ella Patricio se dio gusto toreando, la ternera permitía torearla como si estuviera entrenando de salón.
Le realizó una faena muy aseada, haciendo un toreo vertical, templado y alternando las tandas por los dos lados, rematando hasta en tres ocasiones con pases de pecho sin enmendar terreno, al final de un trasteo que fue muy largo, de más de 100 muletazos, le realizó una tanda de lentas “dosantinas” y terminó por ajustadas “bernardinas”.
La segunda no demeritó en bravura y calidad, pero esta fue muy débil y perdía las manos en cuanto se le forzaba un poco, pero Patricio le supo dar una lidia adecuada, consintiéndola llevando la muleta a media altura, con toques suaves y también logro tandas de mucha calidad, por su acusada debilidad se le realizó una faena breve.
Sin duda “Pato Ochoa” camina con pasos firmes en su educación técnica taurina y en esta ocasión tuvo la oportunidad de demostrarlo.
El martes estará en la ganadería de “Caparica”, propiedad de Don Roberto Viezcas Mireles y Don Manuel G. Muñoz Cano, se encuentra ubicada en el municipio de Jiquipilco, Estado de México; los ganaderos de dicha ganadería han tenido la atención de obsequiarle un novillo al que le dará muerte en la misma dehesa.
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