Joselito y Silveti salen a hombros en Moroleón.
Toro Arte Michoacán | Por Juan Luna.
Adame indultó a su segundo, Diego cortó 2 orejas y ¡El Payo” sin suerte…
15 de enero 2016.-Nuevo éxito en la segunda corrida de feria de Moroleón, tras haber salido a hombros de la plaza los diestro Joselito Adame y Diego Silveti, el primero por cortar una oreja a su primero e indultar al segundo, mientras que el torero de dinastía cortó 2 orejas en su primer toro, por su parte “El Payo”, salió como jabato a torear, pero perdió trofeos por pinchar, los toros bien presentados, aunque los 2 últimos dieron un juego desigual. La plaza Alberto Balderas llena a reventar.
Como el día anterior la gente abarrotó el coso para presenciar el cartelazo que la empresa les ofreció; Joselito Adama, Octavio García “El Payo” y Diego Silveti, con toros de Barralva y De Santiago, y al final casi todos salieron contentos y hasta toreando a en la calle.
Joselito salió a por todas desde el primer capotazo que fue un farol de rodillas, verónicas templadas, chicuelinas y sus característicos remates soltando la punta del capote, con la muleta estuvo en plan maestro dándo catedra en todos los terrenos, logrando que el ambiente se calentara y la gente le coreara todo lo que hacía en el ruedo, con la espada dejó un estoconazo y le dieron la primera oreja como premio. Con su segundo “Palomo” de nombre, fue bordando una faena digna de cualquier plaza de primera categoría, dejando en claro que su estancia y pelea en España lo ha hecho madurar y eso se refleja en cada pase, despaciosos, estéticos, aromáticos y toreros, faltaría espacio para narrar el faenón al boyante toro, mismo que después de 70-80 pases no habría el hocico y cuando se perfiló Adame a matarlo, toda la plaza se lo impidió exigiendo al juez que lo indultaran, cosa que después de 3 tandas más se concedió. Dando vuelta Joselito con orejas y rabo simbólicos.
“El Payo” salió a torear a su primero toro, como si novillero fuera, quería comérselo con todo y pezuñas, pero con su porte y arte que atesora, toreando de verdad, incluso rodilla en tierra con la muleta, sin ventajas, tanto que estuvo a punto de sufrir un serio percance, cuando el toro lo levantó del pecho, la gente estaba metido con el diestro y la faena creció, pero al tirarse a matar, pinchó y el gozo se fue al pozo, después mató de una entera, pero la gente ya no se lo agradeció. Con su segundo volvió a intentarlo Octavio, pero cuando estaba toreando con verdad al mal toro, el público estaba distraído y ni cuenta se dio, a más que el burel tenía pocas pulgas y el queretano lo despachó pronto.
Diego Silveti regresó a esta plaza con la honradéz que le caracteriza y en su primer toro le fue bordando la faena a su estilo y con mucho arte, calando hondo en la gente que coreaba cada tanda y cada desplante, fue una faena larga y como matara de un estoconazo, el público le exigió las 2 orejas al juez para premiarlo y aplaudirlo en la vuelta al ruedo. Con su segundo, que fue el más mal del encierro, Silveti le hizo una faena de mediana calidad por que no le permitió hacer más, y con la espada no estuvo atinado, pero la salida a hombros ya la tenía ganada.