Hace dos años nos dejó «El Cachorro»
Luis Castro.
A Gregorio García Juárez “El Cachorro” lo iluminó el primer lampo de luz en Yuriria, Gto. pero él y todos lo consideramos moreliano, pues desde muy temprana edad se vino con sus padres a vivir a Morelia y desde entonces radicó en esta ciudad, aquí se casó, aquí tuvo y crió a sus hijos e inclusive hizo a Morelia su última morada.
Un día vio torear a su hermano mayor Trinidad, que se anunciaba como Trino García “El Cachorro”, en Yuriria, Gto. en una corrida mixta con Fermín Rivera; nunca había visto un traje de luces y le impresionó tanto que de allí le nació el gusanillo del toro. Su hermano murió muy joven y de él heredó el mote de “El Cachorro”. Así que comenzó a ir al Rancho del Charro de esta ciudad de Morelia a entrenar y a torear en las ferias de los pueblos en jaripeos y charlotadas. A veces en las mismas charlotadas echaban un becerro y Gregorio García lo toreaba y mataba.
Debutó en 1949 en Zinapécuaro, pero como las oportunidades escaseaban para poder torear, en un principio se tenía que colocar en alguna cuadrilla. De esta manera hasta el año de 1955 anduvo de banderillero con varios novilleros, como El Ranchero Aguilar, Pepe Luis Méndez, Joselito Torres, El Zamorano, Benjamín Morúa, El Santanero, Jesús Torres Torrecillas, Gilberto Chávez, Pepe Luis Almanza, Miguel Chávez, El Callado y algunos otros de esa época. Esto lo consolidó como posiblemente el mejor peón de brega y banderillero que ha habido en Morelia.
Después de haber hecho méritos, Don Alfonso Valadés le dio la oportunidad de torear una novillada en Puruándiro, Michoacán el 17 de abril de 1955, alternando con Gustavo Castro El Santanero, Jesús López y José Villegas, matando novillos de Pedregoso. El 16 de septiembre de 1956 toreó una corrida mixta en Nueva Italia con el desaparecido Cañitas.
En su carrera recibió cuatro cornadas. La primera en el Rancho del Charro de esta ciudad en 1951 al correr un novillo de Núñez Chávez que pertenecía a Miguel Chávez resultó herido en la yugular. Las otras tres cornadas las recibió en el año de 1958. En La Tapatía, del D.F. fue herido en los testículos; en la Monumental de Morelia las otras dos, una en el muslo derecho y la otra en la ingle.
Después de retirado de novillero siguió actuando como banderillero y peón de brega, convirtiéndose en el ángel de la guarda de los novilleros principiantes dada su eficacia y gran conocimiento de la lidia. Fue juez de plaza en Morelia durante varios años al rededor de los años 1990. Hombre muy querido, pero sobretodo respetado dentro del ambiente taurino por su discreto comportamiento y lo respetuoso que fue siempre con todos.
Su hijo y su nieto, ambos de nombre Francisco García, actualmente son subalternos profesionales, socios activos de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros.
Falleció el 26 de octubre de 2010 en esta ciudad de Morelia donde descansan sus restos mortales. Hoy le está devolviendo a la madre tierra, tierra moreliana, lo que ésta un día le prestó para que tuviera vida.
GRACIAS DON LUIS POR REVIVIR ESTOS PASAJES Y PERSONAJES DE LA HISTORIA TAURINA, FELICIDADES, HOY ME CONGRATULO AL CONOCER ESTA NARRACION, MOTIVO DE ORGULLLO DEBE SER PARA DON FRANCISCO GARCIA Y FRANCISCO HIJO, ENHORABUENA.