GRAN DOMINGO TAURINO EN LA MAESTRANZA DE MORELIA

Por: Josué Muñoz Silva.
Fotos: J. Rodrigo Martínez | Prensa Campos
Morelia, Michoacán, México
03 de julio de 2017
El Cortijo “La Maestranza” de Morelia fue el escenario en donde se realizó un festival taurino a la usanza portuguesa este domingo 2 de julio, en una tarde que amenazaba lluvia que no llegó y tampoco molestó el viento.
Participaron los novilleros Emiliano Villafuerte de Morelia, Ricardo Campos de Uruapan, Antonio Sayago, Tato Loaiza, los aspirantes Carlos Mauricio Medina, Alberto Ruíz Villegas y el aficionado práctico Leonardo Cíntora, todos estos morelianos; también participaron apoyando a sus compañeros en las faenas de brega los novilleros Bruno Vélez y Baruch Arreola.
Los animales que se lidiaron provenían de un rancho ganadero “San Cristobal” que se dedica a la cría del toro de lidia, para ser jugados en jaripeos de lazo y cuya bravura la renta a los aspirantes y novilleros para poner en práctica lo aprendido en el toreo de salón, es por eso que no son a muerte; en lo personal extraño los festivales a la usanza española, pero también entiendo y me queda claro que gracias a esta reciente modalidad de jaripeos con toros bravos, se facilita que los toreros le puedan ver la cara con más regularidad al toro, por ser mucho más barato que comprar el astado para darle muerte.

Abrió plaza Emiliano Villafuerte “El Moso”, al que le tocó en el sorteo un infumable astado, tal vez toreado o ya muy manipulado con lazos, que de salida se emplazó y en cuanto le presentaban capote buscaba el cuerpo del torero, literalmente no se tragó ni uno solo de los lances. Dadas las circunstancias se decidió que se devolverlo a los corrales.
Pero “El Moso” no se fue en blanco, ya que al término del festejo le echaron dos de los novillos que ya habían sido toreados por Medina y Ruiz, a los que les dio la lidia adecuada, con solvencia, templando las embestidas de los utreros, logrando faenas aseadas, abreviando con el capote para no quitarles los muletazos que aún tuvieran. Con el segundo astado pudo relajarse, logrando un par de tandas muy sentidas, aprovechando todos los pases que aún tenía; por su labor le otorgaron merecida oreja simbólica de cada uno de los novillos.

Le siguió el uruapense Ricardo Campos, novillero que a pesar de tener muy poco rodaje, cada vez que le he visto le noto claros avances, a este le tocó en turno un astado con poco recorrido y que salía con la cara arriba. Lo recibió por verónicas bien ejecutadas ganándole terreno hacia los medios.
Con la muleta inició por derecho, lado por el que le costaba más trabajo pasar al burel, trataba de puntear el engaño en todo momento y quedándose corto; Campos se cambió la muleta a la zurda y ahí desarrollo lo mejor de su faena, el astado aun sin calidad y con la cabeza arriba se sentía más cómodo embistiendo por ese lado, el torero entendió que había que retrasar la muleta y le pego varias tandas de mucha valía, aguantando las espiadas y llevándolo bien toreado. Por su labor le otorgaron una bien ganada oreja.
El tercer espada fue Antonio Sayago, quien se fue en blanco, ya que corrió con la misma suerte que el primer espada, pues le ha salido un astado que suponemos que ya había sido toreado por el comportamiento que mostró, colándose y buscando el bulto en todo momento, por lo que también decidieron regresar a los corrales.

En cuarto lugar salió el novillero Tato Loaiza, quien recibió por verónicas a su animal rematadas con un Manguerazo de Villalta, después intentó quitar por Tafalleras, en la primera de estas citó atravesado y el astado con el pitón izquierdo le arranco la abotonadura de la camisa además de desarmar al torero y en la segunda le ha adelantado la suerte por lo que quedo descubierto y fue prendido por la pierna derecha, recibiendo un duro golpe, que resintió durante la faena de muleta.
Con el paño rojo le realizó dos tandas por derecho a un astado que desarrollo sentido por ese lado, quedándose corto, pero Tato estuvo valiente y firme con un astado sin calidad, que salía con la cara arriba, pero que se dejó meter mano; Loaiza tiene la virtud de conectar de inmediato con el tendido; lo mejor vino por el izquierdo, en donde con quietud realizó tandas embarcando al novillo desde adelante y llevándolo largo, emocionando a los asistentes; simuló la suerte suprema en todo lo alto y le fueron otorgadas dos orejas simbólicas.

A Carlos Mauricio Medina le ha tocado el mejor astado de la tarde, que metía bien el morro con calidad y recorrido por ambos pitones. Calos siempre ha apuntado un toreo fino, con pellizco y verticalidad, y ayer no fue la excepción, aprovecho la calidad del astado y le ha realizado una gran faena; con el capote tuvo un inicio didáctico para el astado, bregándolo por bajo y llevándolo largo, rematando con una media verónica con empaque.
Con la muleta realizó una faena templada, con gusto y verticalidad, quedando bien colocado entre pase y pase, turnando las tandas por ambas manos, los pases de pecho fueron largos y bien toreados, faena que hizo eco de inmediato en los asistentes; sin duda Carlos atesora mucho arte que poco a poco ha ido puliendo; tal vez el único defecto que tuvo su quehacer, fue el recortar las tandas, dejando a los aficionados con el siguiente olé en la boca, dejándonos con ganas de más. Su faena fue premiada correctamente con dos orejas y en su vuelta al ruedo sacó al ganadero a que lo acompañara.

Tocó el turno a Alberto Ruíz Villegas, que ha recibido a su astado por verónicas de buena lámina, cargando la suerte, que le fueron coreadas, después realizó un lucido quite por Tafalleras. Ruíz tuvo el detalle de permitir hacer un quite al novillero Bruno Vélez, quien estuvo auxiliando a todos sus compañeros con la braga de los utreros, este hizo quite por Chichuelinas rematadas con una revolera con el sello agitanado de la casa.
Con la muleta comenzó con un péndulo con los pies firmes en la arena, para después hacer una faena larga, por ambas manos, faena limpia sin enganchones, a un novillo que se dejó meter mano y que fue de menos a más. Alberto es un torero con carisma que siempre se le nota el hambre de seguir creciendo en esta difícil profesión. La gente en todo momento estuvo con él y disfrutó de su quehacer. Recibió una merecida oreja que paseó ovacionado por los asistentes.

El que cerró plaza fue el aficionado práctico Leonardo Cíntora, que cuenta con una afición que lo rebasa, se apasiona y apasiona a los que lo vemos en los tendidos; ¡Ah! que buena faena nos regaló, lo hizo todo bien de principio a fin. Le tocó en turno un astado feo de hechuras, alto, basto, montado, abrochado y cari-avacado, parecía como decimos coloquialmente en el medio “de media leche” refiriéndonos a que el astado parece salido de la cruza de un toro de lidia con ganado doméstico. Con el capote en la primer Verónica salió contrario y huyendo a tablas, por lo que Cíntora se dio a la tarea de meterlo al engaño, yéndose para atrás con él, bregándolo por bajo.
Con la muleta lo llevó por pases por alto hacia los medios de la plaza, intento una primer tanda por derecho en donde el animal se le vencía, por lo que cambió de perfil a la izquierda, nada fácil el astado, siempre con tendencia a las tablas de donde lo tuvo que sacar en varias ocasiones y al que había que caerle siempre cruzado para que el novillo fuera más desahogado.
Leo Cíntora le echó valor en todo momento y ha logrado pases templados, de mano baja y con sentimiento, labor llena de detalles, pases del desdén, trincherillas y pases de pecho echándose la muleta al brazo contrario, Leonardo se siente torero dentro del ruedo y transmite su torería a los tendidos; volvió a intentar el toreo por la derecha logrando sacarle una templada tanda, culminó su labor con una última tanda de naturales que arrancaron los oles más rotundos de la tarde. Simuló la estocada en la suerte contraria, tocando pelo en lo alto y la gente exigió las dos orejas simbólicas, que inexplicablemente el Juez de plaza Don Joaquín Macouzet solo le otorgó una, y aun con la exigencia de todo los ahí presentes, en un acto de protagonismo se negó rotundamente a dar la segunda oreja; por lo que los aficionados, por su cuenta, le dieron el segundo apéndice a Leonardo. Saliendo ovacionado.
Desde esta columna va una felicitación para los organizadores de este evento taurino, que con mucho esfuerzo y sin fines de lucro, realizan estos festejos en apoyo a la torería local; y en esta ocasión es especial, gracias a la participación de la Familia Taurina de Morelia que se dio cita el día ayer en el Cortijo La Maestranza y al Comité Organizador de esta Convivencia Taurina, se logró el primer paso para la rehabilitación de la Biblioteca Pública del Bosque Cuauhtemoc de Morelia, que atinadamente dirige Don Oscar Tapia, el día de hoy lunes 3 de julio se recibió la primer carga de material para lograr este noble fin, ¡Olé! por la Fiesta Brava.


Hola amigos de Toro arte, estuve ahí el domingo y fue un evento muy bonito, lo que sí es que tampoco fue para tanto lo del aficionado práctico, que además se presenta como novillero, que se defina.
Lo del juez pues no lo veo tanto como uds dicen, quizá ahora no quiso dar la oreja porque se le acabaron con las que regaló en el palacio del arte, algo tienen que hacer para mejorar al juez porque cada corrida pasa algo, o regala todas las orejas, o pasa novillos por toros o ahora no da una oreja, mal por el torero bruno que se quiso pasar de listo dando las dos, eso tampoco se hace.
felicidades por su página