Festejo de niños toreros en San Miguel de Allende
Después de varias complicaciones ocacionadas por las lluvias, no fue posible embarcar los erales que se abrían de lidiar para este festival, segundo festejo de la 4ta. Feria Taurina de San Miguel de Allende. Por lo que la empresa encabezada por Don Pepe San Martín decidió dar por cancelado el festejo un día anterior.
Pero la sorpresa fue que sin saber lo anterior si se presentaron en la plaza de “Oriente” los alumnos de la Academia Taurina Municipal de Morelia, Antonio Sayago, Carlos Mauricio Medina y Alberto Rangel, así como la guanajuatense Sara Edith que es alumna de la matadora Hilda Tenorio; y Emiliano Villafuerte «El Moso» de la Escuela taurina de Morelia «Jesús Solórzano». Al ver esto el empresario San Martín echó mano de dos novillos que tenía en las corraletas de la plaza, estos de la dehesa de San José de Buena Vista, para que se lidiaran a la usanza portuguesa entre los torerillos ahí presentes.
En un acto solidario, Emiliano Villafuerte “El Moso” decidió ceder su lugar a sus alternantes, para que estos tuvieran la oportunidad de torear más. Cabe mencionar que “El Moso” un día anterior, había tenido una extraordinaria actuación en la corrida de toros que marcó el retorno a los ruedos de Hilda Tenorio, en donde Emiliano abrió el festejo matando un novillo de Arroyo Zarco al que le cortó las dos orejas, siendo el triunfador del festejo.
Sara Edith y Antonio Sayago se sortearon los dos novillos, saliendo en primer lugar para la torera de Guanajuato un morito que aunque no aparentaba mucho peso, el desarrollo de sus astas hablaban de la edad que tenía.
La torera Sara Edith estuvo valientísima ante un novillo violento y con mucho sentido, pero esta le peleo y le saco pase de mucha valía, no sin tener que pagar la cuota de su arrojo ya que se llevó varias maromas, de las que se paraba sin mirarse la ropa para ir de nuevo a la cara del burel. Fue Fuertemente ovacionada. Al final de su lidia les dio “las tres” a un par de aspirantes locales que hicieron su esfuerzo para sacarle algunos pases.
Tocó turno a Antonio Sayago con un novillo jabonero, al que “veroniqueo” con elegancia y garbo, después hizo un quite por “saltilleras” plantado como un poste que le fue ovacionado con fuerza. Con la muleta lo llevó a los medios al burel con pases largos por alto, enseñándole el camino al astado que de inicio quería quedarse corto; vaya tandas largas y profundas nos ha regalado Sayago, con verticalidad y empaque de torero, fueron por ambas manos, debidamente rematadas. Simulo la suerte suprema y no se hicieron esperar las ovaciones en el tendido.
Ya con gran ambiente en el tendido, Sayago invito a sus compañeros de Academia a seguir lidiando al novillo, de inmediato saltó al ruedo el gitano moreliano Carlos Mauricio Medina, quien sin más le planto cara al novillo y se dio gusto corriendo la mano, en tandas perfectamente estructuradas, muleta cuadrada, dando el pecho en el cite y con sendos adornos y remates con el sello de la casa al que nos tiene acostumbrados, la alegría y emoción de los presentes estallaba en cada ovación.
Turno del serio torero Alberto Rangel, quien ya se comía el burladero del ansia por salir, ¡ah! que torero, cuerpo de niño, cabeza de grande, no hace expresión alguna en su rostro, porque toda su expresión la ejerce toreando, tandas parsimoniosas, verticales con pases de pecho terminados en el hombro contrario, que deleite para los presentes; pero el cuento no terminó ahí ya que salió de nuevo Carlos a peleas las palmas y le hizo replica Alberto y se volvió a repetir la dosis, hasta que el burel se le terminaron los pases.
Al final Antonio Sayago salió para agradecer al juez su venia e invito a Alberto Rangel y a Carlos Mauricio Medina a agradecer al tercio, pero el público les obligó a dar una clamorosa vuelta al ruedo.
Bien por los pujantes aspirantes morelianos que este fin de semana dieron la nota fuera de Michoacán, se vislumbra un buen futuro taurino para nuestra tierra.
¡En hora buena Emiliano, Antonio, Alberto y Carlos!
