En Todo lo Alto

Ernesto Hernández Doblas
Imágenes Toro Arte Michoacán
*Noche jovial se vivió este viernes 17 de septiembre en el Palacio del Arte. Arrancó así la serie de 5 festejos que ofrecerá la empresa JJTaurinos. En los tendidos, el público brindó entusiasmo y apoyo a quienes mostraron deseos en el ruedo. Por su lado, los erales de Pilar Labastida y Vallumbroso, resultaron en su mayoría colaboradores adecuados. La fiesta brava vivirá siempre y cuando las generaciones de público y toreros se sigan actualizando. Por eso es significativo el arranque de ayer, con el festejo de selección a la usanza portuguesa, con rostros de nuevos espectadores, jóvenes aspirantes a figurar en el ámbito novilleril y una empresa incipiente, en busca de ofrecer renovación.
El tijuanense Emiliano Beltrán «El Moroco», salió en primer lugar para enfrentar a Tijuano, quien no presentó mayores dificultades más allá de cierta debilidad. La faena tuvo altibajos dado el nerviosismo del aspirante que en contados momentos logró un buen desempeño. Vuelta al ruedo sin fuerza.
Saleroso fue el nombre del torito que saltó en segundo lugar y salerosa resultó la actuación del moreliano Vladimir Diaz Gaona quien terminó cortando una oreja simbólica. Ello, gracias al empeño y deseos de agradar puestos de manifiesto de principio a fin. No faltaron los momentos de apuro cuando Díaz Gaona insistió al principio de su faena en comenzar por el lado derecho a pesar de que Saleroso le anunció en varias ocasiones que por ahí encontraría peligro.Siempre animoso, el aspirante a novillero simuló la suerte suprema con determinación y a cuerpo limpio, siendo lanzado por los aires.
Hubo dos actuaciones que se destacaron la noche del viernes, una de ellas, la de Alejandro Moreno «Castelita», quien pertenece a la Escuela Taurina Jorge Gutiérrez Argüelles de Hidalgo. La buena suerte en el sorteo, el innegable talento y personalidad del chaval que desde los 6 años torea y un puntual asesoramiento tras las tablas, del matador Luis Gallardo, dieron como resultado una faena brillante y vibrante. Castelita entendió de inmediato las buenas embestidas de «Hidalgo» quien acudía de largo y con franqueza a la cita con capote y muleta. El aspirante, de baja estatura, puso en alto corazón y cabeza para recrearse en tandas luminosas de temple. Así se fue acercando al triunfo, con el acompañamiento de olés y aplausos merecidos, al igual que las dos orejas simbólicas que paseó en la vuelta al ruedo.
En el reverso de la moneda, no fue la noche de la yucateca Mariángel Segovia quien no terminó de entender del todo a Yucateco, burel con algunas dificultades pero que se prestaba al toreo. Empeñosa, con ganas de agradar, sin embargo nunca encontró la hebra, citando en muchas ocasiones con la muleta cubriendo su cuerpo, a la defensiva, sin que esto hiciera falta.Como aspirante, Mariángel Segovia y quienes le apoyan, deberán seguir trabajando, en particular en la afinación de la técnica, sin la cual nada destacable y firme puede lograrse. Las ganas no brillaron por su ausencia, a ellas habrá que ir agregando otros valores. Tiempo y juventud hay.
Mágico se llamó el quinto cornúpeta de la noche y la magia no apareció ni se confirmó el dicho de «no hay quinto malo». Y es que sus embestidas nunca fueron francas, además de que en cuanto sentía la muleta alzaba la cara y se rebelaba a concluir el pase. Diego Medina mantuvo en todo momento una serenidad digna de ser destacada, fruto de un valor serio. No se amilanó en ningún momento logrando detalles dispersos. Faltó templar al torito y arrancarle las embestidas cruzándose con él. Sin embargo Diego Medina ha venido madurando como aspirante a novillero, alentando la esperanza en un próximo novillero michoacano con credenciales para destacar.
El festejo tuvo un cierre con broche de oro con la destacada participación de Isaías López «El Charrito». Tuvo la buena fortuna de encontrarse con un entusiasta colaborador, un burel de templadas embestidas, amplio recorrido y ganas de meter la cabeza en capote y muleta. El oriundo de Aguascalientes dio réplica al hasta entonces triunfador máximo, mostrando cualidades a la par en series de muletazos en puntual armonía con el recorrido de su colaborador.
Un novillero en potencia encierra Isaías López, una promesa de renovación para la más bella de todas las fiestas. Con el carisma que no se enseña, remató su actuación en todo lo alto al simular la entrada a matar a paso de banderillas. Gran éxito la noche de este 17 de septiembre para la empresa, los aspirantes a novilleros y el público. De acuerdo a lo programado, serían Castelita y El Charrito, dos de los seis participantes en la próxima novillada de triunfadores. Los otros cuatro saldrán del cartel que tendrá lugar este viernes por venir, a las 20:00 horas, en el Palacio del Arte, territorio del toreo.