Destaca «El Moso» en Morelia, y Patricio Ochoa corta oreja en el de regalo


Por: Edna López
Fotos: Salomón Martínez | Video: Edna López.
27 de junio de 2015 | Morelia, Michoacán, México
27 de junio 2015.- La tarde de este sábado, en el palacio del Arte se llevó a cabo una novillada donde actuaron tres morelianos: Emiliano Villafuerte “ El Moso” Patricio Villicaña Ochoa y el recién debutante Ricardo Javier Campos, quienes lidiaron 6 novillos débiles y con dificultades de «San Judas Tadeo» .
Se regalo un novillo para Patricio Villicaña de la ganadería de San Máximiano.
Emiliano Villafuerte muy solvente, en torero, por encima de su lote. En el primero de la tarde realizó faena con mucho temple a un novillo reservón, ya que saco pases de donde no había, mal con la espada, salida al tercio. En segundo se pegó un arrimón con un toro que hizo sentido muy pronto, y le buscaba los tobillos en cada pase. De nuevo mal con la espada. Vuelta al ruedo ovacionada por la concurrencia.
Hay que decir que el «Moso» esta muy puesto, aun cuando no obtuvo trofeos, se ha llevado el cariño de la afición , tiene valor sereno y cada vez muestra mas recursos en su quehacer taurino.
Patricio Ochoa estuvó a la deriva con su primero, novillo débil que no repetía y no se confío, con mucha suerte mató al novillo de un estoconazo. Hubo petición de oreja y bien el juez al no otorgarla. El segundo fue otro, con más seguridad, logró dos tandas importantes con la muleta por derecho pero se le terminó el gas muy pronto al novillo y terminó por defenderse. Mal con la espada para escuchar palmas. Regaló el sobrero de San Maximiano, bueno, que cuando Ochoa lo templaba y le dejaba la muleta en el hocico, tenia un gran recorrido, humillando y fue el mejor novillo de la tarde, además de ser el mejor presentado. Mató de una estocada en todo lo alto. El juez otorgo una oreja.
Ricardo Javier Campos, el debutante, oriundo de Uruapan, tuvó una muy digna presentación. Con un torero muy alegre y variado, logrando emocionar al público con el capote en su primero y con la muleta fue de más a menos, el novillo te punteó el engaño en varios pases, por lo que el coleta no pudo acoplarse del todo. Un pinchazo y una estocada caída y delantera, le quitaron la opción de algún trofeo. En su segundo se topó con un novillo deslucido que salía con la cara por arriba del estaquillador, sin transmisión y que se ponía por delante. Se puso pesado con el cero y escuchó dos avisos.
