Corrida nocturna: El Payo una oreja y Saldívar las pierde por pinchar
Luis Castro.
Esta tradicional corrida nocturna del 2 de noviembre en la Monumental de Morelia deja una reflexión que ya deberían habérsela hecho los ganaderos mexicanos: ¿Sigue vigente o ya es obsoleto el concepto de bravura del toro de lidia, ése que se mide en la forma de atacar el astado al caballo al recibir el puyazo? ¿Seguirá siendo el caballo un buen termómetro de la bravura de un toro?
Porque desde hace ya algunos años se ven desfilar astados por la plazas de toros que al embestir a los trapos, llámese capote o muleta, son una mole de sosería, de ausencia total de codicia, carentes de emotividad, que aburren, y sin embargo atacaron de firme a las caballerías en el primer tercio. Conforme al concepto tradicional fueron bravos para el caballo, pero mansos o faltos de casta para la muleta. Hoy los están llamando en la televisión «los toros comerciales» porque las llamadas figuras, esos grandes toreros que de figuras pasaron a ser desfiguros, piden este tipo de toros bravos sin bravura porque no los habrán de poner en aprietos.
Viene todo esto al caso precisamente por la corrida nocturna de nuestra Morelia. Los toros de Jorge de Haro atacaron con firmeza a las caballerías, inclusive hicieron dos tumbos, excepto el sexto que aunque le taparon la salida salió huyendo dos veces por la parte de adentro de las tablas y hasta la tercera se quedó a pelear, y sin embargo no dieron casi posibilidad de lucimiento a los toreros porque acometieron sin fiereza a las muletas, reservones algunos, sin completar las embestidas por detenerse antes de concluida la suerte, sin transmitir emociones a los espectadores más que tibiamente, sin la mínima codicia, deslucidos totalmente. ¿Dónde está, pues, la bravura que se prueba con el caballo?
Tres cuartos de entrada aproximadamente en sol y menos de media en sombra. Israel Téllez tuvo en su primero un toro más o menos potable. Cubrió el segundo tercio dejando en el primer par una en el morrillo y la otra en el suelo; en el segundo par las dos quedaron en el suelo; y luego bien. Toro dócil, facilón, que seguía bien el arco de las trayectorias de los muletazos en redondo. La faena la inició con cuatro de rodillas, luego tres tandas de derechazos iniciadas con molinetes y una vez con la vitolina continuada con una por la izquierda aplaudidas, pero sin dejar ronco a nadie de emoción. Manoletinas, pinchó cuatro veces, cayó un aviso y el toro se echó. Señores torileros, la divisa no se pone en lo alto del morrillo, sino caída hacia el lado izquierdo del toro. Por estar en todo lo alto dos de los pinchazos de Israel toparon en la divisa.
El Payo en el segundo de la noche estuvo totalmente desganado, faena como con flojera. Pasesitos sin lucimiento y sin construir una faena. Dos pinchazos y estocada. División de opiniones.
Arturo Saldívar quiere ser figura del toreo. Va para allá. Se pegó un arrimón en su primero, tercero bis del festejo, porque el que debiera ser tercero se rompió el cuerno de salida al rematar en un burladero y fue devuelto después de muchos titubeos del juez de plaza. El toro llegó queriendo regatear las embestidas, pero el aguante de Saldívar acabó obligándolo primero a pasar y después acobardándolo. Había iniciado su faena de muleta en el centro del ruedo sin pases de tanteo, de inmediato a pegar derechazos, como el que va decidido a todo. Faena de mucha exposición. Una vez al regresar o volver el toro de un pase por alto se estrelló con el hocico en la pierna de Saldívar y como éste ni se moviera la res pareció asustarse y se quitó de allí en vez de tirar la cornada. Vaya tío. Faena de mínimo una oreja que se diluyó cuando pinchó dos veces antes de una completa.
Israel Téllez en su segunda comparecencia recibió con una larga de rodillas en tablas con escasa respuesta popular porque el toro se abrió como dos metros de las tablas. Quite por chicuelinas antiguas encarrerando y luego pasito atrás. Cubrió el segundo tercio y el tercer par fue emotivo saliendo de las tablas hacia afuera en su cuarteo. Aplausos. Toro sin faena posible, aquerenciado en tablas desde el primer muletazo, agarrado al piso, remiso, sin una embestida completa. Lo más que pudo hacer Israel fue aprovecharle el viaje al hilo de las tablas con pases que nunca hicieron tanda y de todos sabores. Cuatro pinchazos y aviso. Pitos al toro en el arrastre.
En el quinto El Payo dos intentos de veroquear, mejor brega para sujetar y luego tres parones a medio ruedo con revolera. Aplausos. El astado embestía como con flojera, sin celo ni codicia, de escasa transmisión. Comenzó El Payo su faena muleteril con pases de tanteo con rodilla genuflexa que agradaron porque hubo mando. Siguieron un par de tandas por la derecha aplaudidas tibiamente y ante los signos de ya querer aquerenciarse el animal en tablas le pegó pases dándole los adentros, cambiados por la espalda siempre dándole las tablas, de eso que es un pase por un lado y el que sigue por el otro lado para no dejar de darle las tablas al rajado. Estocada caída y oreja.
Y el que cerró plaza fue malo como los demás, sin clase, desatendiendo la muleta, aunque en un principio se tragó una tanda de naturales de Saldívar que le resultó magnífica y se la corearon con fuerza. Lo mejor. Luego el animal cayó en declarada sosería y hubo ya que matarlo de estocada trasera.
Algunos detalles: Primero, el juez de plaza en varios episodios andaba distraído. En su primero el Payo le pedía el cambio de tercio y el Juez con su asesor estaban en amena charla. Muchos ademanes de El Payo para que el Juez volteara la mirada al ruedo y por fin lo hizo. Lo mismo sucedió con el segundo de Israel Téllez. Segundo, todos los toros fueron pasados con sus tres pares de banderillas. Tercero, no hubo «Juanes Colorados» que tanto acorrientan. Cuarto, el puntillero paró tres toros. Quinto, al final, cuando ya mucha gente se había ido, Saldívar mató al que se había descornado. Sexto, después del paseillo y antes de iniciar la corrida se le rindió un homenaje al Licenciado Julio Téllez por sus 40 años en la conducción del programa televisivo Toros y Toreros.
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ahora resulta que la divisa le estorbo para matar y en el cuarto toro donde la divisa se tuvo que colocar caida por que al matador le estorbava por favor sr luis no diga estupideces, ahi tiene la foto de los primeros lances del toro de Israel y digame usted si la divisa esta en el centro por favor sean responsables en sus comentario por que en el cuarto toro la divisa quedo muy caida «para que no estorbara» y no volvio a matar no es la divisa se llama tecnica