Por Josué Muñoz Silva

Los directivos del patronato de la Academia Taurina Municipal de Morelia A. C. encabezados por el incansable forjador de toreros Octavio Castro “El Santanero”, se vistieron de gala para festejar el 6º aniversario de dicha escuela y se dieron a la tarea de organizar un festival taurino con los niños toreros alumnos de la misma, en su bonita plaza sede el cortijo “La Maestranza”.

Previo al festejo, en evento especial tuvieron a un invitado de gala ya que el matador de toros en retiro Miguel Ángel Martínez “El Zapopan” presentó su libro “Alas de Mariposa” antología del toreo de capa. El matador Zapopan ha pasado ya a los anales de la historia no solo como uno de los ejecutores de suertes con el percal más completos de los últimos tiempos sino además como un prominente creador de suertes con el capote, maestro de muchos toreros y figuras del toreo actuales.

En el presídium acompañaron al matador Zapopan el Presidente de la Academia Taurina Octavio Castro, el Regidor del Ayuntamiento Moreliano Ing. Alejandro Villafuerte y quien hizo la introducción al libro, el conocido taurino michoacano y médico de las plazas Morelianas, el Dr. Benjamín Muñoz González, quien realizó un casi poético recuento histórico de los grandes orfebres capoteros de la historia, culminando en la era moderna con la indudable aportación técnica y artística del matador tapatío “El Zapopan”, además pone en claro que este libro más que una obra literaria es casi un libro de texto obligado para las nuevas generaciones del aspirantes a toreros y aficionados taurinos, ya que presenta una completísima compilación de lances y quites realizados con el capote.

Al término de la presentación se dio comienzo al festival taurino en donde se lidiaron a la usanza portuguesa becerros de la ganadería michoacana de Miguel Tapia, ubicada en Araró, municipio de Zinápecuaro.

Salió en primer lugar a Alberto Rangel a quien le tocó el animal más complicado de la tarde y que hasta por momentos tuvo un comportamiento de toreado, por el lado derecho se iba al cuerpo y  terminó rajado en toriles, pero esto permitió verle a Alberto sus muy notorios y firmes avances técnicos ya que supo resolver con mucha torería la papeleta, con el capote no le pudo hacer mucho, intentó hacer quites en dos ocasiones pero el  burel ya mostraba su condición.

Ya con la muleta le dio la lidia adecuada,  que permitió someter al bicho y ligar un par de templadas tandas por naturales con el empaque y seriedad que lo caracterizan, no sin antes llevarse un maromón del cual se paró sin mirarse la ropa, sin hacer aspavientos, con valor espartano; hacia el final de la faena toreó por los adentros enseñando que entendía perfectamente la condición del animal que ya estaba reculado en tablas. Simuló la suerte suprema con mucha habilidad y el juez de otorgó una oreja simbólica  de mucho peso y ganada a pulso.

Le siguió el niño Antonio Neri, el de menor edad de sus alternantes a quien le toco en turno una becerra muy buena, que le permitió estar muy a su aire, recordemos que estos niños son aspirantes en proceso de aprendizaje y que carecen de muchos conocimientos técnicos. A este niño es al que menos recursos se le ven, aún le falta largo camino por recorrer y no dudo que le veremos progresando en lo sucesivo. Pero también tengo que decir a su favor que tiene mucha chispa con la gente quien de inmediato lo acogió y le animó durante toda la faena. Por el esfuerzo el juez le otorgó una oreja.

En tercer turno vimos a Carlos Mauricio, a quien le tocó un becerro sin calidad, incierto, que arrollaba en unas embestidas y en otras se quedaba corto, a contra estilo del toreo de pellizco que le hemos visto ejercer en otras ocasiones, pero aún así nos regalo un par de medias verónicas con el sello de la casa, despatarrado, con cadencia y arte, arrancándoles de la garganta el ¡Ole! al respetable, con la muleta era difícil darle tandas con ligazón, pero le pudo pegar pases aislados sin faltar pases de pecho y desdenes muy sentidos, con ese don artístico que tiene de darle hondura en el momento que le plazca a cualquier pase. Termino por manoletinas y después de simular el volapié recibió el premio de una oreja.

En último lugar salió Antonio Sayago, el alumno más nuevo de la academia pero que demuestra que ha asimilado perfectamente las cátedras que le imparte el maestro “Santanero”, le toco en turno un muy buen becerro y el supo aprovecharlo, con el capote veroniqueo al animal con mucha soltura y haciéndole un quite por Gaoneras se llevó una maroma de la cual se paró sin inmutarse dando muestras de que tiene valor. Con la muleta hizo una faena aseada dándole estructura a la lidia, ligándole tandas muy templadas por ambas manos, citando con la muleta adelantada y estirándose lo más posible para alargar el pase, con personalidad, además de que es un adolescente muy espigado y aunado a sus buenas maneras de torear hace que sea muy elegante en sus formas. El buen comportamiento del becerro, asociado al empeño de Antonio por realizar las cosas con gusto, calidad y buen toreo, le pudo hacer la faena más estructurada y ligada de la tarde. Efectuó correctamente la suerte suprema sin espada y el juez le otorgó una oreja.

Al final del festejo el matador Miguel Ángel Martínez “El Zapopan” obsequio un libro para el triunfador y el artista plástico Roberto Valencia, quien monto una exposición de pintura taurina, donó una obra con el mismo fin. Aquí tengo que señalar que debido a que a todos los niños se les dio una oreja simbólica, se otorgaron dichos premiso haciendo un ejercicio de aplausos en el público, por lo que se le dio al niño Antonio Neri; tal vez la manera correcta de dar el premio debió haber sido distinta, por sorteo para que la suerte decidiera a quien, ya que como se hizo no representó forzosamente que se premiara lo más torero o meritorio de la tarde sino que simplemente había más gente acompañando a un niño torero en particular.

Desde esta columna felicito y hago un merecido reconocimiento a la afición desbordada, al empeño incansable por formar toreros que además sean gente de bien, de provecho social, al afán por seguir dándole la grandeza a esta la más hermosa y culta de todas las fiestas, al Maestro Octavio Castro Cuna “El Santanero” presidente de la Academia Taurina Municipal de Morelia A. C. en su sexto aniversario ¡En horabuena!

 

 

 

 

FICHA

Morelia, Michoacán, a 15 de Diciembre de 2012.- Cortijo “La Maestranza”. Festival por el 6º aniversario de la Academia Taurina Municipal de Morelia A. C. Buena entrada en tarde soleada y sin viento. Tres becerros y una becerra de Miguel Tapia, aparentemente toreado el salido en 1º lugar y buenos los salidos en 2º y 4º sitio. Lidiaron a la usanza Portuguesa Alberto Rangel: Oreja. Antonio Neri: Oreja. Carlos Mauricio: Oreja. Antonio Sayago: Oreja. Juez del Plaza: Matador Juan Chávez. Incidencias: Se presentó el libro “Alas de Mariposa” antología del toreo de capa por su autor el Matador Miguel Ángel Martínez “El Zapopan” y exposición pictórica del artista Roberto Valencia.

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